APRENDER CON CURIOSIDAD

Hay muchas formas de aprender. La mayoría tenemos experiencias de aprender conocimientos, estudiando contenidos, teorías, repitiendo... y después olvidarte de ellos. Sin embargo, con el aprendizaje experiencial, se hace mucho más que sólo saber acerca de las cosas. El aprendizaje experiencial, parte de tu propia experiencia, para luego estructurarla, favoreciendo la exploración y la reflexión. El conocimiento se convierte en saber hacer, y te lo llevas puesto

EL PLACER DE EXPLORAR, DE DESCUBRIR POR UNO MISMO
Cuentan que un sabio explicaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre la entendían. “Maestro”, le dijo uno de ellos una tarde. “Tú nos cuentas los cuentos, pero no nos explicas su significado”. “Pido perdón por eso”, se disculpó el maestro. “Permíteme que para enmendar mi error te invite a comer un rico melocotón”. “Gracias maestro”, respondió el alumno. “Quisiera, para agasajarte, pelarte el melocotón yo mismo. ¿Me permites?” “Sí. ¡Muchas gracias!”. “¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?”, le preguntó seguidamente el sabio. “Me encantaría, pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro”. “No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte. Permítete también que te lo mastique antes de dártelo”. Y el alumno, con cara de asco, gritó nervioso: “¡No, maestro! ¡No me gustaría que hicieras eso!”. El sabio hizo una pausa y concluyó: “Si yo os explicara el sentido de cada cuento, sería como daros de comer una fruta masticada”.

¿CÓMO TE GUSTA APRENDER?

¿QUÉ HACES CUANDO SIENTES CURIOSIDAD?
El proceso suele ser el siguiente: Algo llama tu atención, después, observas con más detalle para descubrir qué es, para saber más sobre ello, obtener más información… ¿Y qué más haces?
Como decía, José María de Queiroz, “Curiosidad es el impulso humano que te lleva a escuchar detrás de las puertas o a descubrir América”.

La curiosidad, una posición desde la cual mirar las cosas. Recuerdo cómo de pequeña hacía muchas preguntas sobre el mundo con las palabras: ¿QUÉ, CÓMO Y POR QUÉ?, y me emocionaba descubrir las respuestas.