viernes, 28 de agosto de 2015

COMPRENDER MÁS NUESTRAS EMOCIONES


Goleman explica que la Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar los sentimientos de la manera más adecuada en el terreno personal y social (empatía, expresión y comprensión de los sentimientos, control de nuestro genio, independencia, capacidad de adaptación, simpatía, capacidad de resolver los problemas en forma interpersonal, persistencia, cordialidad, amabilidad, respeto).
 
Podemos aprender a darnos cuenta de nuestras propias emociones y de esta forma, poco a poco, nos conoceremos mejor a nosotros mismos. El conocimiento de uno mismo es una habilidad básica que nos permite controlar nuestros sentimientos y adecuarlos al momento. Es importante aprender a detectar y aceptar nuestras emociones, para poder manejarlas y no ser manejados por ellas.


 
EJERCICIO 1- ¿Qué emociones sientes con más frecuencia tanto positivas (p.e alegría…) como negativas (tristeza, enfado…)?

EJERCICIO 2- Nombra cada una y nota los cambios fisiológicos que se producen en tu cuerpo y dónde lo sientes. Nota lo que es diferente en cada caso. 
  
EJERCICIO 3- Piensa que estás muy, muy cansado/a y ponte de pie. ¿Qué notas? Después, piensa que estás con mucha energía, con ganas y ponte de pie. ¿Qué notas? Compara los dos ejemplos.

Hay una relación entre SENTIR-PENSAR-HACER. Lo que pensamos influye en lo que sentimos y viceversa. Cambiando la fisiología se puede cambiar lo que se siente. Por ejemplo, cuando estoy enfadado y y me hacen reír, mi enfado disminuye.

EJERCICIO 4- Piensa en una situación que al recordarla te sientas mal. ¿De qué te acuerdas? ¿Qué sentisté? ¿Para que te sirvió esa emoción?

Por ejemplo, el  miedo, ante una situación que pone en peligro nuestra vida, nos permite protegernos; el enojo nos indica que algo nos está molestando y nos motiva a solucionarlo; la alegría destaca circunstancias placenteras y benéficas y nos estimula a buscar otras similares. Nos indican cómo estamos evaluando y juzgando las diferentes situaciones que vivimos. Nos ayudan a tomar decisiones. Nos permiten darnos cuenta de nuestros pensamientos y actitudes y nos ayudan a cambiarlos, cuando es necesario.